miércoles, 1 de noviembre de 2006

dos dedos que caminan paso a pasito por la cara interna del muslo hasta que se pierden. la mitad de tu cuerpo se asoma por la puerta semiabierta y tu madre que no ve tus ojos blancos porque hace rato ya que se alejó de esos viajes. quién dijo que estas cosas son seguras, o deben de ser seguras o deben ser seguras. te pregunta algo acerca de mañana, pero no hay que contestarle: los padres siempre están hipnotizados en sus moralismos. quiero decirte que hay algo más que este momento, pero nos venimos en silencio. tu madre se va, se cierra la puerta, y te digo que tu familia no es mejor que las demás y que estas cosas siempre pasan.

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