jueves, 15 de junio de 2006

a veces escojo un mes al azar y te leo,

a veces escojo un mes al azar y te leo, y pienso que no batallé tanto en encontrarte. que estabas ahí desde el principio y que yo te estaba mirando en un pedazo de cielo translúcido, como el director de la gran obra que me dicen que es la vida. estabas tú en monterrey, y yo también estaba contigo pero en otra parte. estabas tú envuelta en jabón, haciendo bolas tu cabello contra el chorro de agua en tu casa, y estaba yo, esperando para bañarme en las mañanas antes de salir a buscarte. estabas tú viajando a velocidad por las grandes avenidas de la industria, y yo caminando, hinchando mis pies, entre los vestigios de transporte urbano. estabas tú, mordiéndole el cabello a otra persona, y yo me dejaba palpar en un rincón oscuro de la huasteca. estabas tú viendo pasar todos los cadáveres de tus conocidos antes de conocer lo que querías, y yo miraba el ataúd de mi primo antes de ser sepultado en san pedro. estabas tú inmaculada, y yo, pudriéndome hoja por hoja de los tejabanes. estabas tú deseando ser yo y yo deseando desearte tanto como lo hacía a mi afincado hogar. estabas tú desde entonces escribiendo y yo también, con las mismas palabras, en la misma ciudad, en los mismos meses, pero separadas por algo que no puede constreñirse más que dando un gran click de distancia.